Al visitante que se
acerque a la ciudad le admirará la imponente y sólida silueta del castillo en
lo alto de la colina que la domina, con sus altos muros almenados y sus macizas
torres de defensa.
Fue construida durante la ocupación musulmana, aunque la
actual estructura de la fortaleza se remonta en realidad al siglo XIII, con
numerosas modificaciones posteriores.
La ciudad ha sido habitada desde la prehistoria, como
documenta el menhir de Serrata, del III milenio a. C. La recientes excavaciones
han puesto al descubierto restos arqueológicos que van del Neolítico a la
ocupación musulmana.
Lorca vivió su primera edad de oro económica bajo la
administración romana, como documentan los abundantes hallazgos de
explotaciones agrícolas de la época en la vega del Guadalentín. No se conserva
documentación sobre la dominación visigótica, lo que lleva a pensar a los
historiadores que se trató de un periodo de decadencia, como sucedió en tantos
otros núcleos urbanos a lo largo y ancho de la península.
La ocupación musulmana de Lorca, la cual llegó a tener en
algún momento rango de capital, hizo vivir una segunda edad de oro a la ciudad,
volcada la agricultura y el comercio. Sin embargo, su posterior integración en
la Corona de Castilla en el siglo XIII la convirtió en ciudad fronteriza; fue
en aquel momento cuando la antigua alcazaba árabe se convirtió en el magnífico
castillo amurallado que domina la villa.
La conquista del reino de Granada por los Reyes Católicos
en 1492 cambió radicalmente la vida de la ciudad. Ya no era ciudad fronteriza y
pudo por fin comenzar a expansionarse fuera de sus murallas.
De aquella época datan algunos de sus edificios más monumentales: el Ayuntamiento, ampliado en el siglo XVIII; la Casa del Corregidor, construida en la plaza de los caños, en el solar que ocupaba el antiguo Ayuntamiento; las sedes de dos instituciones decisivas para garantizar el abastecimiento alimentario de la ciudad, el Pósito de grano y las carnicerías; el convento de Mercedarias de Madre de Dios de la Consolación.; la casa de los Salazar-Rosso, actual Museo Arqueológico (una visita muy interesante); y la Colegiata de San Patricio, construida en 1533, la mayor iglesia de la ciudad, levantada para conmemorar la victoria de la batalla de los Alporochones que enfrentó a lorquianos y musulmanes el 17 de mayo de 1452, onomástica del santo irlandés.
De aquella época datan algunos de sus edificios más monumentales: el Ayuntamiento, ampliado en el siglo XVIII; la Casa del Corregidor, construida en la plaza de los caños, en el solar que ocupaba el antiguo Ayuntamiento; las sedes de dos instituciones decisivas para garantizar el abastecimiento alimentario de la ciudad, el Pósito de grano y las carnicerías; el convento de Mercedarias de Madre de Dios de la Consolación.; la casa de los Salazar-Rosso, actual Museo Arqueológico (una visita muy interesante); y la Colegiata de San Patricio, construida en 1533, la mayor iglesia de la ciudad, levantada para conmemorar la victoria de la batalla de los Alporochones que enfrentó a lorquianos y musulmanes el 17 de mayo de 1452, onomástica del santo irlandés.
Durante el siglo XII durante el siglo XVII se abatió sobre
la ciudad una sucesión de desastres que diezmaron su población: epidemias de
peste, terremotos, sequías, crecidas del Guadalentín, plagas de langosta,
etcétera.
Hay muy pocos edificios significativos de esta época. El
más representativo es la casa de Guevara, conocida también como Casa de las
Columnas, con una hermosa portada barroca flanqueada por dos columnas
salomónicas y rematadas por un frontón cuadrado con el escudo de familia.
Con el reformismo borbónico comenzó en la ciudad una época
de fuerte expansión económica. Esta bonanza se reflejó en la gran actividad
constructora del siglo XVIII, que configuro el actual aspecto de la ciudad. Se
derribó entonces la antigua cárcel, que ocupaba la actual ala sur del
Ayuntamiento, y se amplió el edificio consistorial respetando el estilo de la
parte antigua.
También del siglo XVIII son los colegios de la Purísima,
actual Conservatorio de Narciso Yepes, atribuido al arquitecto Lucas de los Corrales,
el claustro del convento de la Merced, un edificio de origen medieval, con
intervenciones de los siglos XV y XVIII, la capilla del rescate, que hoy día
alberga el Museo del bordado del Paso Blanco, la Capilla del Rosario, la
Iglesia del Carmen y, aunque construidas originalmente en el siglo XVII, las
capillas del Calvario creadas por los franciscanos y reformadas con posteridad
en el siglo de las luces.
Semana Santa de Lorca
Desde el viernes de Dolores hasta el Domingo de
Resurrección, Lorca vive intensamente la celebración de la Semana Santa, una
sucesión de actos religiosos de gran belleza y emotividad.
Las diferentes cofradías rivalizan entre ellas durante
diez días desfilando en procesiones y escenificando episodios bíblicos con un
derroche de atrezo, de vestidos ricamente bordados, pasos con tallas
extraordinarias y cánticos de himnos.
Cada cofradía tiene su banda de música, sus carrozas, sus
caballos, la belleza del desfile y salta la religiosidad de los lorquianos, que
lanzan flores al paso de las imágenes de la Virgen y sus diferentes
advocaciones.
Sigue leyendo un nuevo post en Viajero Turismo: Pedraza, un pueblo con encanto en Segovia
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