Visto de
lejos, Mojácar parece un conjunto de cubos de una blancura cegadora,
amontonados los unos sobre los otros, trepando por la ladera sin orden ni
concierto. Tal vez sea el pueblo más
blanco de España, en cualquier caso, sin ninguna duda, es el más árabe de
todos.
Sus
desordenadas y empinadas callejuelas, los tejados planos de sus casas rematados
en ocasiones por cúpulas, todo en la población evoca una medina marroquí. De
vez en cuando, la aglomeración se abre en plazas y miradores, el mirador de la Plaza Nueva desde donde
se tiene una magnífica panorámica del valle
de las Pirámides, las sierras de Cabrera, Almagrera y Bédar, y el cercano mar Mediterráneo.
Otro punto
mágico de Mojácar es el mirador del Castillo,
el punto más elevado del pueblo, así llamado por estar situado junto al
emplazamiento del antiguo castillo árabe, construido en el siglo XIII, en la
actualidad en ruinas.
Historia y puntos de interés de Mojácar
Mojácar ha
estado habitada desde tiempos prehistóricos. Además de asistir al nacimiento de
la primera gran civilización autóctona de la Península, la cultura Argar,
Mojácar, como tantos puntos estratégicos del levante peninsular, también
despertó el interés de fenicios, cartaginenses y griegos; sin embargo, estas
colonizaciones no han dejado vestigios arqueológicos, al contrario que la
posterior ocupación romana.
Se han
encontrado en Mojácar la Vieja una
tejera de esta época y en el barranco de la Ciudad, restos de una villa
agrícola. No obstante, como se ha apuntado antes, fueron los ocho siglos de la
ocupación árabe los que configuraron la ciudad tal como puede verse en la
actualidad.
De hecho,
los arqueólogos creen que hasta el siglo XIII la ciudad estaba situada en
Mojácar la Vieja y que por causas desconocidas el emplazamiento original fue
abandonado y sus habitantes se instalaron el actual Mojácar.
En 1488,
todos los alcaides de la comarca se rindieron a los Reyes Católicos, excepto el
de Mojácar, que apelando a su españolidad, siguió respeto a vidas y
propiedades. Sus condiciones fueron aceptadas por sus católicas Majestades que,
no obstante, una vez entregadas las llaves de la fortaleza, expulsaron a sus
habitantes y repoblaron la ciudad con
cien familias cristianas.
Si durante
los últimos siglos de la ocupación árabe Mojácar fue frontera entre los reinos
cristianos y el reino nazarí, los siglos XVI y XVIII se convirtió en punta de
lanza contra la piratería berberisca, que asolaba las costas levantinas.
A finales
del siglo XVIII, con la desaparición de la piratería, Mojácar vivió un corto
período de esplendor, durante el que pudo desarrollar una productiva actividad
agrícola. El paisaje de la comarca cambió, con sus bancales cultivados y sus
canales de regadío, vestigios de la
pericia árabe.
Este periodo
de esplendor fue interrumpido por los desastres de la guerra de la
Independencia, que asolaron la comarca con las incursiones guerreras, el hambre
y las epidemias.
Mojácar
vivía un nuevo siglo de oro entre 1838 y 1931 con la explotación de las minas
de plata de la sierra Almagrera y la instalación de unos altos hornos en la
comarca. A partir de la guerra civil, la ciudad se sumió en una decadencia sin
precedentes, con una emigración que la dejo prácticamente despoblada hasta que
en la década de 1950 la iniciativa del pintor Jesús de Perceval la convirtió probablemente en la ciudad más cosmopolita de España,
poblado por una colonia de ilustres artistas que han sabido conservar el
encanto del pueblo hasta nuestros días.
El cementerio de los ingleses
En esos años
y animado por el ilustre pintor, el alcalde de Mojácar se ofreció a regalar
terrenos a todo aquel que restaurara o edificara una casa. Pronto comenzaron a
acudir artistas de todo el mundo, que convirtieron el pueblo en un
extraordinario polo de creación.
El llamado
cementerio de los ingleses alberga las tumbas de personajes como el pintor
neoyorkino Fritz Mooney, el dramaturgo Win Wells, Henry Higgins, el primero
torero inglés, el mariscal británico Purcell, la ex espía irlandesa Kate, o el
pintor y mecenas danés Paul Beckett.
Datos de interés:
Situación:
En la provincia de Almeria, Comunidad Autónoma de Andalucía.
Población:
6.805 habitantes.
Clima:
Mediterráneo meridional, veranos calurosos y secos, inviernos muy benignos.
Cómo llegar:
En coche, desde Almería por la AL-12, desde granada por la A-92 y desde Málaga
por la A-7, la n-340 y la E-15. En autobús, desde Almería, Málaga, Granada,
Madrid y Barcelona.
Temporada de
visitas: Todo el año, en invierno la temperatura es muy suave, y en verano, el
visitante puede refrescarse en la playa, el Mediterráneo se encuentra a escasos
tres kilómetros.
Fiestas: Primer
jueves de Cuaresma, día de la Vieja, con comida campestres; en junio, fiestas
de Moros y Cristianos; el 28 de agosto, fiestas de San Agustín; el 7 de
octubre, fiestas de la Virgen del Rosario.
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