En la Península de Istria
en Croacia se encuentra una de las ciudades más hermosas de este lado del
mundo, Rovinj. Una ciudad pequeña con ambiente de pueblo pesquero tradicional; es
perfecta para esconderse del mundo y disfrutar con calma de sus atractivos.
Calles acogedoras y casas singulares junto a la hospitalidad y amabilidad de su
gente.
Recorriendo Rovinj
La zona del casco antiguo inicia en Ulica Carera, zona muy
concurrida donde abundan restaurantes y tiendas de regalo. Desde allí se pueden
acercar a varias plazas de agradables detalles como la Piazza Matteotti,
la Piazza del Ponte, o
la Piazza Grande.
Por cualquiera de las callejuelas que se adentran hacia el casco
antiguo, podremos empezar la subida hacia la Basílica de Santa Eufemia, uno de
los edificios más antiguos y donde se cierra el casco viejo de la ciudad.
Durante todo este recorrido no faltarán las paradas en rinconcitos adorables
para la foto, tienditas de artesanías o galerías de arte con algo para llamar
la atención de los visitantes.
Lugares imperdibles
La entrada a la Basílica de Santa Eufemia es libre
y puedes subir su gran torre de 60 metros para disfrutar de las fantásticas
vistas sobre el Adriático y las islitas cercanas. Un verdadero placer de
relajación. En la enorme Plaza del Mariscal Tito se pueden comer
un helado.
No hay que despedirse de Rovinj
sin antes acercarse hasta el final del muelle de Aldo Rismondo
para obtener una magnífica vista y contemplar el animado puerto de
Rovinj, lleno de restaurantes donde platos de mar típicos del lugar.
Rovinj tiene hermosas playas de aguas azul turquesa y transparentes,
solo que son de piedras no de arena así que debes ir con zapatos adecuados. Una
visita a esta ciudad merece la pena.
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