Punta Tombo es un pequeño rincón apartado en Argentina al que se accede por una pequeña carretera secundaria. Se
trata de un paraje muy cercano a la costa en el que se pueden observar a miles
de pingüinos en estado salvaje en
sus playas, sin duda una visión muy estimulante para todos esos amantes de la
naturaleza.
La mayor reserva de pingüinos
Y es que no en vano Punta Tombo
es la más grande reserva del Pingüino de
Magallanes en todo el mundo y según los últimos censos el número asciende a
un millón de ejemplares que campan a
sus anchas en la costa de la provincia
de Chubut. La conversación de esta especie animal ha promovido un intenso
desarrollo de la zona, a la que cada año visitan más de 30.000 turistas para conocer de primera mano a sus singulares
habitantes.
La playa tiene una extensión de
unos 3 kilómetros de longitud y se trata de una franja que separa el mar de un
paisaje semidesértico. La experiencia de visitar sus dunas vírgenes es alucinante, no solo por la contemplación de estos
simpáticos animales, sino también por la experiencia de estar en pleno contacto con la naturaleza, en un
paraje que apenas ha sido tocado por la mano del hombre.
Punta Tombo: un enclave mágico
Las playas de Punta Tombo son pura magia: las olas
golpean incesante y provocan unas sugerentes notas musicales, el aire sopla con
fuerza y desafía al sol que brilla tenue en el cielo. Ver a los pingüinos
viviendo en paz y en silencio es toda una enseñanza
de vida que las personas que viajan les encantarán experimentar. Para encontrar
Punta Tombo hay que pasar Rawson y después seguir por la ruta
nacional 3 hasta encontrar el desvío que nos llevará al lugar.
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