Las imágenes que inundaron
nuestros televisores en los años 80 y 90 nos mostraban una Etiopía pobre y desértica, un paraje en el que miles de personas
morían de hambre cada día y donde las condiciones eran realmente duras. Sin
embargo, aunque es cierto que en aquellos años la sequía acabó con las cosechas
y se produjeron situaciones muy graves, la
percepción que tenemos de este país es muy distinta a la realidad.
El destino favorito de buena
parte de los turistas se concentra en torno al lago Tana, el más grande de Etiopía y que cuenta con una historia
muy rica, plagada de ritos y leyendas locales. Es la zona conocida como Bahir Dar en la ciudad de Awassa, que
se encuentra situada a unos 250 kilómetros de la capital, Addis Abeba y que dispone de numerosos hoteles, restaurantes y
zonas de ocio.
Orden dentro del caos.
Uno viaja a África en busca de cosas distintas a las que tiene en su
ciudad de origen y sin duda este destino no defraudará por lo exótico de sus paisajes y la singularidad
de sus gentes. Y además es realmente económico, para que te hagas una idea
por unos 70 Birrs, que son unos 3 euros, puedes alquilar una habitación en un
céntrico hotel y salir a degustar la gastronomía local en un buen restaurante.
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