Con vistas al mar Adriático y respaldada por las montañas que rodean la ciudad de Split en Dalmacia es como un museo viviente. En ella aun siguen en pie las antiguas construcciones romanas que dan un aspecto interesante. Ahora, las tiendas de lujo y cafeterías se encuentran entre estos hermosos edificios.
Split fue fundada cuando Diocleciano construyó su casa de retiro en la zona. Nacido cerca de Salona, este poderoso soldado llegó a gobernar el Imperio Romano durante dos décadas. Cuando el palacio fue construido en su totalidad renunció y se retiró a su natal Dalmacia, donde pasó sus últimos años. Siglos más tarde fue dominada por Venecia (1420-1797). Con un marcado estilo gótico, renacentista y barroco en el mismo centro de la ciudad.
Con la caída de Venecia, Split se convirtió en parte del Imperio Austro-Húngaro. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad formaba parte de Yugoslavia, decidió continuar con la expansión urbana. La ciudad ha logrado convertirse en un importante centro turístico y puerta de entrada principal a Dalmacia, con sus aeropuertos internacionales, barcos diarios desde Italia y el transporte local a las islas cercanas.
Hoy en día, la mejora del acceso, un muelle renovado, un hotel nuevo y la reformulación de sus servicios generales fueron suficientes para que fuese declarada como Patrimonio Mundial de la UNESCO. Split se ha convertido en un destino croata perdido.
Para todos aquellos que les gusta explorar, comentar que también es la base más grande de las empresas de alquiler de barcos de vela en toda la Europa Oriental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario