La isla de Sylt es un pequeño pedazo de tierra en el Mar del Norte,
cerca de la frontera con Dinamarca, unida al
continente por el dique de Hindenburg. De atmósfera sofisticada sorprende por
su exuberante naturaleza; es la cuarta
isla más grande de Alemania con una extensión cercana a los cien kilómetros
cuadrados, refugio de la clase alta.
La mejor manera de recorrer la isla es en bicicleta; la mayoría de
los hoteles las ofrecen a sus clientes en calidad de cortesía. Existen senderos
demarcados, la mayoría de ellos a lo largo de las hermosas playas, para pasear
en bicicleta, o hacer senderismo. El trayecto te espera para ofrecerte molinos
de vientos y dunas con el azul intenso del mar en el fondo del paisaje.
Exuberantes lugares de Sylt
El litoral del Mar del Norte, es el principal atractivo para los
turistas donde se dan actividades acuáticas, o en la orilla de la playa para todos los gustos. Trece
poblaciones ocupan la isla con playas para naturistas, privadas y algunas con
especial ambiente nocturno.
Un sitio de visita es la casa Museo de Kampen con sus
curiosas camas en forma de armarios de gnomos. El Criadero de Ostras de
Katiuskas es un lugar mágico en la bahía donde puedes hacer cata de ostras.
Déjate atrapar por la imagen del viejo faro rodeado por plantaciones de
girasol, es mágico.
Datos de interés
Por las noches, la isla mantiene su usual bullicio y glamour, donde
encontrarás diversas opciones de diversión. Un punto importante de Sylt, es su gastronomía a base de
productos regionales. Desde sofisticados restaurantes, hasta los kioscos a
orilla del mar te ofrecen estupendos platos para deleitar al paladar.
Sylt fue incluida en la lista del Patrimonio
Natural de la Humanidad de la UNESCO. En ella solo hay que dejarse sumergir
en la inmensidad de su belleza natural.
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