Un coche con radio y aire acondicionado. Unas gafas de sol. Una tarjeta de crédito. Un mapa. Es todo lo que necesitas en Los Ángeles a menos que quieras pasar por un lugareño y entonces tendrás que añadir un teléfono móvil y una botella de agua mineral.
Más de diez mil kilómetros cuadrados poblados por nueve millones de personas que comparten un centenar de idiomas. Un enjambre surcado por interminables autopistas, siempre atascadas y donde nadie se atreve a tocar la bocina por si el de al lado tiene un arma. Olvídate del transporte público, aunque están construyendo el metro, y ármate de paciencia cuando te cuenten historias de inundaciones, terremotos, disturbios sociales, incendios o abejas asesinas.
¿Qué esperabas de una caldera como esta? Sin embargo, está clara la atracción de esta ciudad: una vida fácil, surcando con el coche una geografía llena de montañas, bosques y palmeras, una economía boyante, 329 días de sol al año y una media de 20 grados centígrados (eso sí, lleva siempre una cazadora para el frío de la noche o de los aires acondicionados).
Eso es Los Ángeles: 4.785 cines y teatros, 19.887 restaurantes, la mayor proporción de obesos del país, la mayor concentración de gimnasios. Bacon para desayunar pero eso sí, sin grasa. Prohibido beber en la calle, prohibido fumar en los bares. Sin embargo cógete las páginas del LA Weekly, la guía local, semanal, gratuita, más gorda que una Biblia, y las tentaciones superarán cualquier prohibición.
El timo nacional es el valet parking —yo me llevo tu coche, tú me pagas por aparcarlo— pero nunca te podrás quejar por no encontrar aparcamiento. También está prohibido cruzar la calle fuera de los semáforos pero ¿a quién se le ocurre ir andando en la ciudad del automóvil?
Si quieres una experiencia suburbial, acércate un fin de semana a cualquier casa de barrio y participa en una de esas ventas "de garaje" en las que conocerás cómo es la vida real de un californiano a través de su ropa usada. Es la sociedad de consumo y sería extraño que pasaras por la variedad comercial de Los Ángeles y te marcharas de vacío, por mucho que pienses que gran parte de los objetos son un abuso de los recursos naturales. Ya buscarás excusas. Y toda esta oferta sin necesidad de hablar otro idioma, porque con un 40% de población de origen hispano será difícil que no te cruces con un García o un Rodríguez. Como dicen por aquí: "I love LA!".
Y luego, claro, está Hollywood. Una vez pasada la desilusión de que las letras sean mucho más pequeñas de lo que parecen en las películas y de que el bulevar de las estrellas esté lleno de tirados y chicles pegados al asfalto, la Meca del cine guarda el sabor memorable que uno busca.
Su nacimiento data de 1909, cuando los pioneros del cine llegaron aquí huyendo de las mafias neoyorquinas. Buscaban amplios espacios para convertir en desiertos árabes, selvas africanas o paisajes marcianos, según necesidades del guión, y eterno buen clima para rodar al aire libre.
Aunque las nuevas técnicas han acabado con estas necesidades, la variedad se mantiene en Hollywood, nombre genérico de un área cada vez más amplia (los grandes estudios se han ido mudando). Unas 352.000 personas trabajan y viven de una industria que genera 53.000 millones de dólares anuales, una de las principales fuentes de riqueza de California, la séptima potencia económica mundial.
Al año llegan 23 millones de turistas con dos ideas en mente: convertirse en estrella o verlas. Es más fácil lo segundo. Y si no hay suerte con las de carne y hueso, siempre están sus retratos, con o sin firma, en cualquier establecimiento, incluida la estafeta de correos más cercana.
Y verás dos Hollywood siempre conviviendo, el activo y el del recuerdo, el lujoso y el de seguir tirando, el de decorados y el verdadero.
Dios, fuiste ahí y te salio todo mal?
ResponderEliminarVaya crítica, yo he vivido en LA y la gente es muy amable, el clima es una pasada, si que hay tirados por las estrellas y hay hipocresía, pero depende por donde y con quien te muevas, como en todas partes. Lo de las letras, si a ti te han parecido pequeñas sera por que no te has acercado lo suficiente haha, por que son bien grandes lol
Volveré a LA otra temporada, tuve una muy buena experiencia!
Bienvenido al blog.
ResponderEliminarQué mejor comentario que alguien que ha vivido en la ciudad.
Como puedes imaginar, cualquier destino no es todo de color de rosa ni todo negativo, pero hay que comentar todas las aristas de cualquier ciudad.
Si buscas por el blog puedes encontrar otras entradas de Los Angeles, donde destacamos sus atractivos turísticos.
Te repito que agradezco tus comentarios ya que son de primera mano.
Te animo a ofrecernos más datos interesantes sobre la misma, incluso si te animas a realizar un artículo podemos publicarlo en el blog.
Un saludo y gracias por comentar.