Cada viaje deja recuerdos, aprendizajes,
pero sobre todo nuevos amigos, tal vez no de aquellos que uno verá con
frecuencia, pero sí con quienes se tiene la sensación de haber sido cómplices
en la ventura de descubrir el mundo. Esta vez Juan viene a conocer Chile, tal
como prometió que lo haría cuando nos conocimos en un freetour por San Francisco, hace ya un par de años.
Él, europeo no quiso investigar mucho antes
de venir, pero si tenía claro que antes de conocer todos los paisajes naturales
de nuestra larga y angosta faja de tierra, recomendados para 2018 por Lonely
Planet, quería que lo llevara a ver Santiago, ¡para lo que solo contaba con…dos
días!!! Yo entre la vorágine de la vida diaria no tuve tiempo de crear un
itinerario con que mostrarle mi ciudad. Además, pensé que tal vez no se
sorprendería tanto con lo que pudiese ver, a fin de cuentas, es arquitecto y
venía de Italia, donde cada esquina es majestuosa, ¿Qué cosa podría mostrarle
yo de nuestro patrimonio para que se sorprendiera?
Googleando y preguntando entre mis
conocidos terminé sorprendida yo misma con la cantidad de palacios que aún nos
queda luego de tanto terremoto, en realidad eran muchísimos los edificios
patrimoniales que tenían como autor al mismo hombre: Alberto Cruz Montt.
Comenzando por el Castillo de las Majadas,
en Pirque, una zona campestre plagada de viñas a menos de una hora del centro,
pasando por y el Banco Central y la Catedral de Valparaíso, por nombrar solo
una mínima parte del legado de este connotado arquitecto Nacional, que, nacido
en Valparaíso a fines de 1800, vistió la capital chilena con su estilo
neoclásico europeo.
En ese momento fue cuando dije ¡bingo!, y al
mismo tiempo surgió una nueva interrogante. ¿Cómo conocer en tan poco tiempo y
con variedad algunas de sus obras? Le comenté a Juan cual sería el plan – para
no complicarnos- me dijo - tomemos un
free tour- reservaríamos alguno en cuanto aterrizara.
Llegó el día y por fin nos vimos las caras,
no había tiempo que perder así que reservamos dos rutas en el sitio web de una
reconocida compañía bretona, Strawberry Tours (Juan la conocía pues vive en
Londres).
Una era por el casco histórico y la otra
aludía a un Santiago de Siempre, que yo ni siquiera pude pretender que conocía.
Mi sorpresa fue tamaña al advertir: primero que soy una ignorante, incluso
sobre mi ciudad natal; segundo, que este famoso arquitecto fue no solo uno de
los más prolíficos e importantes de nuestra historia, sino que además los
edificios más bonitos llevan su firma.
En nuestro paseo por el centro, vimos
algunas de sus casonas en el barrio Paris Londres, nos fotografiamos frente al
elegante Club de la Unión y paseamos bajos bajo la sombra del Palacio Ariztía
(el primer rascacielos que existió en la ciudad), ya hacia el final del tour
también nos maravillamos con el Ex Congreso Nacional, además por supuesto de
disfrutar varios otros atractivos.
En la segunda ruta fue increíble saber que
se trataba del barrio Yungay, un sector por algún tiempo olvidado y que hoy
está teniendo una nueva vida de la mano de artistas, inmigrantes y por supuesto
de sus vecinos de toda la vida, que han luchado por conservar el patrimonio
(que vaya que es abundante en este barrio), ellos lograron frenar el avance
inmobiliario y seguir teniendo una vida de barrio que ya casi no existe en esta
gran ciudad.
Y… ¿Adivinan qué? Sí, nuevamente Cruz Montt
se nos cruzó en el camino acompañado de su parte Ricardo Larraín Bravo en el
bellísimo pasaje Adriana Cousiño y más tarde en la genialidad de la Casa del
Maestro. Sin duda un acierto que recomiendo, que dejó a Juan contento y a mí
orgullosa de mi Santiago querido.
Sobre la autora
Catalina Cea es City Manager para los tours gratis en Santiago de Strawberry Tours.
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