Las historias
de la Edad Media están siempre relacionadas con bravos guerreros, poderosos
reyes y fieros dragones. En Cracovia como buena ciudad medieval, tienen
su propia cueva del dragón y por supuesto hay una leyenda sobre
ello.
Cuenta la leyenda
que en tiempos en los que gobernaba Krak un dragón habitaba la caverna.
Éste atemorizaba a la población devorando rebaños y a las chicas vírgenes. El
rey, decidido a acabar con la bestia ofreció, además de riquezas, la mano de su
hija, la princesa Wanda para el que fuese capaz de aniquilar al dragón.
Muchos caballeros lo intentaron sin éxito alguno hasta que, un aprendiz de
zapatero llamado Szewczyk Dratewka dijo que sabía como
matarlo. Éste relleno unas ovejas de azufre y las dejó en la entrada de la
cueva esperando que el dragón se las comiera. Tal y como estaba previsto la
bestia devoró las ovejas llenas de azufre, lo que le provocó una insaciable
sed. Tan insaciable que el dragón bajó hasta el Vístula y se bebió más
de medio río, tanto bebió que acabo reventando.
Szewczyk y Wanda se casaron y Cracovia prosperó a partir
de ese momento.
En el interior de
la colina de Wawel, emplazamiento del que fuera Castillo Real y
la Catedral de Cracovia encontramos la cueva del dragón. ¿Te
atreves a bajar? Después de descender por una escalera de caracol nos
encontraremos dentro de una impresionante gruta que sale hacia el río
Vístula.
En su salida
encontraremos además la estatua de un dragón que escupe fuego cada pocos
minutos, un lugar perfecto para entretener a los niños ávidos de aventuras
mientras se disfruta de un agradable paseo por la ribera del río bajo
el Castillo de Wawel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario