Recorre Bolonia en Italia empezando desde sus Dos Torres

El itinerario turístico podría empezar, con toda seguridad, en las dos torres. La Torre degli Asinelli, de 97 metros, y la inclinada Carisenda. Símbolos totémicos de Bolonia y punto del que irradian las calles principales de la ciudad.
Desde aquí nos podríamos perder por el casco viejo, hipnotizados por las volutas de los pórticos y por los ladrillos de las casas. El desarrollo urbanístico del centro se realiza todo por interiores.
En los claustros y en los patios, bellísimos jardines y paredes con sugerentes trampantojos. Es una identidad escondida y misteriosa de Bolonia, un aspecto que hay que descubrir con el tiempo.

Las Dos Torres de Bolonia


En la Plaza Mayor late el corazón de la ciudad. Dominada por la gran mole de la basílica de San Petronio, es el lugar donde se desarrollan los acontecimientos colectivos, el punto de encuentro y de cita de la gente. En otro tiempo Bolonia era también una ciudad de agua y navegaba sobre una miríada de canales. Este aspecto mágico de la ciudad, sin embargo, se ha borrado. Ahora los canales están cubiertos y sólo se ven algunos restos sugerentes.

Basílica de San Petronio en Bolonia

Una vez hecha esta visita, hay que vivir Bolonia (400.000 habitantes) aunque sólo sea por un breve periodo. Para aquel a quien guste trasnochar, la ciudad ofrece un númefro incalculable de tabernas, locales históricos en los que beber, comer y resguardarse del intenso frío que la golpea en invierno. Todavía hay algunas que ofrecen un excelente vino y mucho calor a precios asequibles. Hay locales con música y actuaciones en directo, frecuentados por la variopinta multitud de estudiantes universitarios. En verano, la oferta cultural para el tiempo libre es tan sumamente rica que la poliédrica oferta del ayuntamiento, "Bolonia sueña", dura más de tres meses.


Lúdica pero comprometida, a la bella Bolonia se la llama también la "roja", debido a su pasado de luchas partisanas y sindicales y su presente de ciudad de izquierdas. La identidad partisana y comunista se va disolviendo y debilitando y todavía se puede revivir en las historias de sus mayores. Ciudad productiva e ingeniosa, su modelo de desarrollo económico, el modelo emiliano de las cooperativas y de la pequeña y mediana empresa ha creado una de las zonas de mayor bienestar del país. La calidad de los servicios al ciudadano y su nivel de vida son, por lo tanto, muy altos. Pero siempre activa, decíamos, tanto bajo el aspecto productivo como cultural. Bolonia cuenta con 12 teatros, es la sede del DAMB, (Departamento de las Artes, Música y Espectáculos), y por tanto posee un ambiente único en Italia de encuentros e intercambios. ¿Bastarán estas premisas para hacer de ella un posible punto de encuentro de culturas y lenguajes del nuevo milienio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario