No se deje engañar por su nombre, porque a pesar de que se llama el Palacio Real, nunca fue residencia de ningún rey. Un detalle curioso es que fue construido por orden del cardenal Richelieu, un nombre que seguramente muy popular gracias a la gran novela de autor Alejandro Dumas, Los tres mosqueteros. Sin embargo, la ambición del cardenal, que quería tener un impresionante palacio, le jugó una mala pasada, ya que el fin de la construcción fue puesta en manos de Luis XIII, después de la muerte de este famoso personaje religioso.
Sin lugar a dudas, una de las esquinas de la capital parisina, llena de historia y arte, no te puedes perder si planeas un viaje a la hermosa Ciudad de las Luces. Este emblemático palacio seguramente te dejará sin habla gracias a la majestuosidad del lugar, el lujo de cada uno de sus detalles ornamentales y una ubicación privilegiada en el corazón de la capital París.
El sitio se compone de dos partes, una es el Palacio Real, que se basaba en el Consejo de Estado y el Ministerio de Cultura, mientras que las otras galerías se encuentran en la parte posterior, por el jardín. Alrededor de esta zona también encontrarás una variedad de restaurantes para disfrutar de la cocina francesa, tomando un merecido descanso después de un divertido tour de la hermosa ciudad de París. Y para terminar nuestro recorrido en la mejor forma posible, ve a las tiendas de suvenires, donde encontrará todo tipo de regalos que te ayudarán a recordar este maravilloso viaje.
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